¡Ah, el fútbol europeo! Donde los millones fluyen más rápido que un regate de Messi (cuando aún jugaba en Europa, claro). Aquí les presento mi ranking completamente imparcial y fundamentado en mis ganas de molestar:
- Real Madrid: Los eternos afortunados. Siempre ganan la Champions, no importa si juegan con el autobús o con los ojos cerrados. Su secreto: el “espíritu” o, más probablemente, un pacto ancestral con el más allá.
- Manchester City: El club que compraron para que ganara algo. Y lo hizo. Con un presupuesto que haría llorar a un pequeño país, lograron por fin esa esquiva Champions. Felicidades por demostrar que el dinero compra la felicidad, digo, el fútbol.
- Bayern Múnich: El tipo aburrido que siempre está ahí. Ganan su liga caminando y luego en Europa, a veces la rompen, a veces se desinflan. Son como ese primo que siempre es “correcto” pero no tiene chispa.
- PSG: El eterno aspirante a todo y ganador de nada importante. Gastan fortunas en estrellas que luego se pasean por el campo como turistas. Su misión principal es darle esperanzas efímeras a sus aficionados. Algún día, quizás.
- Cualquier equipo italiano: Se juegan la vida en su liga de pocos goles y mucho “catenaccio”. Luego llegan a Europa y recuerdan que existe el fútbol ofensivo. Siempre una sorpresa, generalmente desagradable.
Y así, mis queridos amigos, el fútbol europeo sigue su curso, lleno de sorpresas, drama y, sobre todo, mucho dinero. ¡A seguir disfrutando (o sufriendo)!